La toxoplasmosis es una infección causada por el toxoplasma gondii, un parasito transmitido desde los animales a los humanos a través de diferentes vías. El gato es el huésped definitivo y puede contagiar la enfermedad a otros animales, verduras y al ser humano. Por lo tanto, la
mujer embarazada puede contraer la infección no solo a través del contacto con heces de los gatos, sino por ingestión de carne cruda o poco hecha contaminada, embutidos crudos como jamón serrano y chorizo, sushi y frutas y verduras que no estén bien lavadas, agua, leche u otros alimentos contaminados.
Las recomendaciones que te darán nuestras matronas especializadas serán evitar el contacto con los gatos, manipular sus heces con guantes, realizarles un control veterinario para sabersi es portador del Toxoplasma, lavar cuidadosamente las frutas y pelarlas, lavar todas las verduras y hortalizas que vayan a ser consumidas sin ningún tipo de tratamiento culinario, procurar no tomarlas fuera de casa porque se desconoce si han sido bien lavadas, cocinar bien la carne y no tomarla cruda. Si se desea consumir poco hecha, se puede congelar la carne unos días a temperaturas por debajo de los -20ºC, ya que se ha demostrado que las altas temperaturas como las inferiores a los -20ºC destruyen este microorganismo. Evitar igualmente leche no pasteurizada y agua contaminada. Igualmente es recomendable evitar manipular el jardín sin guantes.
Es recomendable que toda mujer embarazada o que esté planificando la gestación, acuda a su médico para que, a través de una analítica de sangre, le informen si ha pasado la toxoplamosis.
El riesgo para el bebé es mínimo cuando ya se ha pasado, pero si no, debe seguir las anteriores recomendaciones.