¿Cuántas veces os habéis planteado cuál es el momento adecuado de empezar a dar un baño a un bebé recién nacido? Un bebé, nada más nacer, sale de su madre con el cuerpo cubierto de líquido amniótico, secreciones del parto, vérmix (una capa de “grasa” que protege de la pérdida de calor), etc. Uno de los primeros impulsos de cualquiera es poder quitarle todos esos restos del parto de encima a su bebé, pero hay que tener en cuenta que un recién nacido tiene que aprender a termorregularse, es decir, tiene que aprender a mantener su calor corporal en el nuevo medio en que se encuentra. Por eso hay que esperar un tiempo (a partir de 8 horas de vida, aunque varía en función de los protocolos de cada hospital…) para bañar al bebé por primera vez. Lo importante nada más nacer es que se le seque bien, tenga un gorrito puesto y se coloque directamente piel con piel con la madre.
Una vez llega el momento del baño, debemos saber que, mientras no se haya caído el cordón umbilical, no es recomendable tener al bebé sumergido en agua mucho tiempo, con lo que los baños serán cortos (¡ya habrá tiempo más adelante para esos baños tan largos y relajantes!). La temperatura del agua estará entre los 34-37ºC, hay que procurar tener la habitación caldeada, tener todo lo necesario preparado y proporcionar un ambiente tranquilo. El cordón umbilical se lava junto con el resto del cuerpo, con un jabón suave y haciendo hincapié después del baño en el secado. Una vez limpio y seco, se puede aplicar un antiséptico en la zona del cordón, clorhexidina o alcohol de 70º, como recomienda la Asociación Española de Pediatría.
Los primeros baños del bebé en casa pueden ser agobiantes, más si no os han dejado estar presentes o participar en ellos en vuestro hospital, por eso en Llama a la Comadrona queremos ayudaros en esos primeros días de la vuelta a casa; tener una matrona a domicilio que os guíe y oriente en los cuidados del recién nacido durante el postparto pude ser muy útil y reconfortante.
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